Patricia Bortolón participó de las Vacaciones Solidarias Internacionales, programa que promueve el intercambio de los voluntarios Telefónica en el mundo. En esta ocasión, viajó hasta Ecuador para ayudar a reconstruir centros que sufrieron daños debido al terremoto que afectó el país el pasado abril.
Patricia siempre quiso participar de las Vacaciones Solidarias Internacionales y este año cuando se presentó la oportunidad, no dudo y se inscribió de inmediato manifestando su interés y esperanzas en quedar seleccionada. “Siempre fue algo que llamó mi atención y de lo cual sentía que tenía que participar. Básicamente es la inquietud que uno tiene de hacer algo por el otro. Henry Flager lo describe de la siguiente manera: ´Ayudar a otros es como ayudarte a ti mismo´, ¡Gran verdad!”.
A raíz del terremoto que sacudió al país el pasado abril, Vacaciones Solidarias enfocó su accionar en Ecuador y propuso desarrollar varios proyectos en el país entre el 4 de julio al 28 de agosto.
Patricia participó en el Proyecto “Las Gilces” en Crucita, Manabí, el cual tenía dos grandes propósitos. El primero consistió en la construcción de un aula multiusos en la escuela Rodolfo Chávez Rendón y el segundo la mejora del centro comunitario Las Gilces. La mejora en éste centro estuvo en realizar un techo al frente de alrededor de 40 m2, el piso de hormigón de igual tamaño, se cercó toda el área, se construyó una cantina y se instalaron juegos. Lo interesante de ambas construcciones es que se realizaron en bambú.
Trabajo en equipo
Conforme pasaban los días, Patricia fue formando parte y complementándose con su equipo. Según nos comentó, la convivencia fue agradable y divertida. El vínculo con la comunidad se tornó, con el pasar de los días, en el mejor escenario para cultivar cariño, afecto y amistad.
“Todos los días fueron de mucho esfuerzo y cansancio, pero en todos y cada uno de ellos no falto la alegría, las emociones en todas sus variantes y las ganas de cumplir con el objetivo”, contó emocionada.
Hay que animarse
A su regreso, Patricia puso en perspectiva todo lo vivido en esas Vacaciones Solidarias. “Uno vive tantas cosas nuevas y diferentes que volvés no siendo la misma persona. Te regresas con una valija llena de emociones y sentimientos porque al final de cada día fue más lo que recibiste que lo que diste”.
Su mensaje es muy claro “Les digo que se animen y que vivan la experiencia de ser voluntario fuera de su tierra. Uno muchas veces no sabe lo que es capaz de hacer, sentir y vivir hasta que se encuentra bajo esta experiencia: SER VOLUNTARIO EN FUNDACIÓN TELEFONICA!”.